Por: Alejandro Martín. Socio Director de TDSystem

“A falta de gente notable nos contentamos con tipos notorios”. Savater, F.

No he terminado de sacar mi primer café del día cuando me viene el cotilla del departamento y me dice:

-Se rumorea que la empresa va a hacer el fichaje del siglo. Creo va a echar “el resto” para hacerse con los servicios del directivo más famoso del momento. Ya sabes, por aquello de estar en la “primera división” de las empresas.

-Me parece perfecto que se hagan apuestas de futuro. ¿Es alguien del sector? -pregunto.

-No creo que venga del sector -añade el cotilla-. Lo que sí que se dice es que en el último trimestre ha sido portada en todas las revistas de negocios. Creo que se lo rifan para dar conferencias. Todo un personaje.

-¿Y cómo le han conocido?

-Comentan que el propietario de la empresa quedó completamente seducido por él escuchándole en una ponencia en el último congreso del sector.

Reconozco que a mí me parece muy conveniente y necesario que haya espacios donde los mejor dotados expongan sus experiencias y planteen sus soluciones. ¡Genial! Nada que objetar al respecto. Pero, con ánimo de curiosear un poco más, pregunto:

– ¿Cuáles son los méritos que le hacen merecedor de tal fama? ¿cuáles son las soluciones que propone?, ¿dónde las ha aplicado y cuáles han sido sus efectos?

-Lo siento. No puedo decirte. Pero dicen que sus ponencias son impactantes en efectos y dominio del escenario. Vamos, que los asistentes vibran por el ritmo que imprime y el tono en cómo dice las cosas.

No quiero avanzar hipótesis, pero una buena escenificación realizada a ritmo dinámico y en tono contundente, siempre es de agradecer, pero hablan más del personaje que de la propuesta que hace.  En alguna ocasión me ha tocado asistir a alguna de esas ponencias donde se ofrecen como soluciones meras simplificaciones o viejas soluciones tuneadas en nuevos formatos. No obstante, y para no condenar a priori al nuevo fichaje, me atrevo a preguntar:

– ¿Y se le conoce algún logro perdurable en el tiempo producto de una buena planificación y mejor concepción?

-A mí no me costa, pero ha salido en todas las revistas de negocios y creo que llena la sala allí donde realiza una ponencia. Por algo será, supongo -apostilla con ánimo de hacerme un “zasca”.

Me gustaría replicarle, pero creo que ni el lugar ni el momento son los adecuados. Cojo mi café y mientras me dirijo a mi mesa me da por preguntarme: ¿nos seduce más una performance novedosa, aunque vacía, que una exposición robusta?, ¿nos conformamos con personajes y pasamos de las personas?, o ¿preferimos a un showman en vez de a un profesional consistente?

Mejor no responderse. Apuro mi café, que no está demasiado bueno, aunque la taza es de diseño, y comienzo a trabajar. El día es muy largo.