Superwoman: ¿Realidad o ficción?

Por: Dra. Mercè Roura Olivan – Directora SAP Litoral de Barcelona – Institut Català de la Salut

Ficción, por supuesto. Mujeres que nos hemos incorporado al mundo laboral exterior (en el interior ya hace mucho tiempo que trabajamos)

En parte por exigencias del guión (véase sociedad, machismo, tradición..) y en parte por una especie de exagerado amor propio (nosotras podemos con todo)  hemos caído en nuestra propia trampa y hemos escalado puestos en el ámbito de la responsabilidad directiva sin ceder tareas. Cierto es que a veces ya queremos cederlas pero ¡nadie las coge!.

Afortunadamente, el acceso de la mujer en el masculino (hasta hace no mucho tiempo) mundo de la gestión y la dirección, puede ya considerarse una situación normalizada en algunos ámbitos de trabajo. La progresiva feminización del entorno sanitario (en el que trabajo como directora de un Servicio de Atención Primaria del Institut Català de la Salut, con unos 700 trabajadores) ha facilitado el acceso de las mujeres a puestos de gestión y dirección aunque sobre todo como cargos intermedios.

Personalmente mi objetivo no era dedicarme a la dirección pero me gustan los retos, trabajar y tratar con las personas, y además alguien pensó que podía hacerlo bien.

Pero como en todas las cosas hay una cara y una cruz. Además de Médico de Familia y Directora también soy madre de dos niñas adolescentes a las que les ha costado un poco entender que no soy una madre “habitual” porque no las llevo al colegio ni las voy a recoger (¡suerte de los abuelos!) y de vez en cuando no duermo en casa porque estoy en un Congreso.

¿Cómo estar presente en sus vidas sin estar siempre? Bueno pues con organización y haciendo un intensivo diario el tiempo que puedo dedicarles (¡que pesadita estas con el estudiar, mamá!) y dejando de hacer ciertas cosas para poder estar por ellas. Además, en mi caso, mi pareja se ha convertido en el “señor de la casa” para las tareas domésticas con toda naturalidad.

La verdad es que, el tiempo y la experiencia, te ayudan a racionalizar tus horarios y a adecuar tus prioridades. Es cuando ves claro que ,si necesitas ayuda puedes pedirla (no pasa nada) y que te desenvuelves tan bien o mejor que cualquiera compatibilizando dirección y vida privada.

Capítulo aparte merecen los tiempos de crisis en los que, por mucho que “repartas” sigues siendo la principal cuidadora y el director de orquesta que pone orden a las fiebres, desengaños y achaques de los abuelos (¡Cómo además eres médico!) con lo cual aún llevas las riendas en buena parte.

En mi faceta de directora, personalmente, no me he sentido mejor o peor tratada por los hombres ni por mis superiores o compañeros que cualquier otra persona por el hecho de ser mujer (salvo “cromañones y cromañonas” que aún piensan que para dirigir hay que segregar testosterona) y además en sanidad, mis compañeros cada vez más están integrados en el arte de cuidar de la casa y los niños, pudiendo, incluso, compartir opiniones y consejos sobre cómo dormir a la criatura aunque aún no sobre cómo hacer una comida para 14 de manera improvisada (todo llegará!).

Un consejo: no renunciar a tus aspiraciones, organizarte, seducir “al oponente” con argumentos de peso y mucha paciencia, respirar hondo y seguir adelante, porque, está claro que ni somos ni queremos ser superwoman, queremos ser y somos personas, tanto o más competentes que cualquiera.

Print Friendly, PDF & Email

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.


*