Por: Alejandro Martin – Socio Director de TDSystem

«Todo lo que nos sucede, entendido adecuadamente, nos conduce de regreso a nosotros mismos.» C. Jung

 

• ¿Qué haces?- pregunta el niño al escultor que trabaja un bloque de mármol.
• Espera y lo verás -le responde el hombre.
• Días después, el niño regresa y admirando el águila que el hombre ha esculpido, pregunta:
• ¿Dónde estaba?
• Dentro del bloque de mármol.
• Pero…¿cómo la sacaste?
• Solamente le quité el mármol que sobraba.
• ¿Y todas las piedras guardan águilas?
• No, hay muchas figuras diferentes.
• ¿Cómo sé que hay una figura bonita adentro?
• Todo depende de lo que quieras encontrar
• Yo deseo figuras bellas, ¿qué debo hacer?
• Con paciencia ve quitando el mármol que sobra… La piedra se transforma en una escultura extraordinaria.

Mahatma Gandhi

 ¿Puedo liderar a los demás sin liderarme yo mismo?

Tal vez la búsqueda de la respuesta te invite a reflexionar y a descubrir los motivos que te impulsan a querer influir en los demás y el modo en el que puedes hacerlo de manera excelente.

En el peor de los casos, ese proceso te mostrará tu “figura” real. A partir de ella podrás poner en marcha un proceso que te permita “esculpir” la figura de líder que deseas tener.

¿Puedo acortar este proceso mediante alguna operación al modo “Corporación Dermoestética/Escuela de Negocios”?.

Probablemente sí, pero has de cuidar que no se vea artificial. Como cualquier operación de este tipo, las señales a veces son evidentes: comportamientos impostados, guiones preestablecidos, discurso ampuloso y, en algunos casos, vacio.

¿Quiere ello decir que esta solución no es válida?.

No, simplemente que no debes dejar la responsabilidad de tu mejora en sus manos. El protagonista eres tú. Ellos pueden hacerte algunos “retoques” finos que te faciliten las cosas, pero los cambios de fondo son responsabilidad tuya.

Pero, ¿para ello requiero capacidades especiales?.

No especialmente; precisa estas capacidades todos las poseemos. Tú también. Ello te permitirá descubrir, crear y recrear tu propia realidad.

Se tú el que reconozca lo que te motiva, las fortalezas que te ayudarán a conseguirlo y las debilidades que pueden retrasar su logro.

Además, este es paso imprescindible para poder después influenciar sobre los demás. Es decir, el liderazgo de otros.