Por: Mercè Roura Olivan – Directora SAP Litoral de Barcelona – Institut Català de la Salut
“Si cree que la educación es cara, pruebe con la ignorancia”. Derek Bok abogado y profesor. Pennsylvania 1930.
El tiempo es oro y no siempre disponemos del necesario para hacer, no sólo aquello que nos apetece, sino para aquello que podemos necesitar y que puede ser útil para nuestra preparación profesional y personal.
La formación es una parte importante de las personas no sólo en el terreno profesional y las nuevas tecnologías han permitido adaptar nuestras necesidades formativas al tiempo que disponemos incorporando, además, otro factor importante: el espacio donde realizar la formación.
Con la formación on-line, lo que tiene realmente valor es qué hacemos y cómo lo hacemos, no cuándo ni dónde, de modo que esa flexibilidad nos permite compatibilizar nuestras actividades con la formación sin renunciar a cursos que nos interesan por no disponer de tiempo o por no realizarse cerca de nuestro entorno.
Además, en un momento en el que la conciliación de la vida familiar y laboral tiene especial relevancia, esta modalidad formativa permite conjugar ambas responsabilidades.
Sin embargo, el hecho de no ejercer la formación presencialmente no disminuye la responsabilidad del alumno ya que ésta sigue siendo primordial, ni, por supuesto la del docente que, además adquiere una nueva dimensión.
La formación on-line es una herramienta de presente y de futuro que cada vez está más posicionada y más presente en los planes y ofertas formativas de empresas e instituciones con ,además, una elevada satisfacción tanto de quien hace el curso como de quien lo imparte y en un mundo tan tecnológico de comunidades virtuales, universidades a distancia y nanotecnologias, seria un absurdo no potenciar una línea formativa que ,entre otros, a mi misma me ha permitido hacer cosas que ,de otra forma, no hubiera podido por, como solemos decir “incompatibilidad de agenda”!.