Por: Alejandro Martín. Socio Director de TDSystem
Todo está perdido cuando los malos sirven de ejemplo y los buenos de mofa (Demócrates)
¡Eres inmoral! Me dicen cuando incito a alguien a hacer algo. Pero también me lo dicen si hago lo contrario. Entonces, en qué quedamos. ¿Soy inmoral haga lo que haga?
¡Ah! y el lío es mayúsculo si me juntan ética y moral en la misma frase; aunque me han dicho que la primera es más reflexión y la segunda acción. Para el caso, bastante parecido.
Si te parece bien, y para no liarnos, vamos a referirnos a esos principios y normas, más fáciles de exigir que de cumplir, que nos facilitan la vida en sociedad.
Ya sé, que me dirás que existen diferentes normas para distintos entornos sociales. Pero aquí quería referirme a esas poquitas reglas esenciales para la convivencia.
Te propongo que te puntúes del 1 (poco) al 10 (mucho) en cada una de ellas:
- Actúas con bondad y no para sacar provecho de ello. Vamos, un poco aquello de “la Revolución es para morir por ella y no para vivir de ella”. Perdona que me haya puesto épico.
- No mientes a otros. Entendiendo esto como no decir algo contrario a lo que piensas; aunque no es necesario que digas todo lo que se piensa. La podrías liar.
- Eres leal a quienes lo son contigo. No olvides que la lealtad es un camino de ida y vuelta. Después no te quejes.
- No eres juez y parte. Es decir, evitas intervenir en aquellos casos en los que puedes utilizar el poder en beneficio propio.
- Eres respetuoso con las personas. Veamos, respetas sus derechos. Pero recuerda que ello no te obliga tolerar todas las cosas que hagan. A veces realizan verdaderas irrespetuosidades.
- Eres persona de palabra. O sea, cumples con lo que te has comprometido. No vale aquello de “lo siento, no ha podido ser”. La primera, cuela. El resto, lo dudo.
- Te has ganado lo que tienes. Ya sabes, sencillito: esfuerzo y dedicación. Lo contrario, es otra cosa. ¡Ojo! Que no quiero decir que sea malo; sino, simplemente otra cosa.
- Respetas las ideas y símbolos de los demás. Pero, no lo olvides, la mejor forma de respetarlo es no siendo intrusivo con los tuyos. La discreción en este ámbito es algo de agradecer.
- Respetas los bienes de los demás. Es una mala disculpa aquello de “no se lo merece”, “a saber cómo lo ha conseguido” y varias perlas más que no pasan de ser una mala coartada.
- Presentas tu mejor versión. Pones tu cara positiva, sin excesos, claro; y, si me apuras, vas “lavado y peinado” a las reuniones con los demás. Lo de la colonia, es optativo.
¿Qué tal? ¿Has estás por encima de los 70 puntos? Por debajo, ya sabes, necesitas mejorar.