Cartelitos motivacionales de quita y pon

Por: Alejandro Martín. Socio Director de TDSystem

¿Sabías que solo utilizas el 10% de tu cerebro? Eso reza en el poster colocado encima de la máquina del café.

-Buenos días, ¿qué tal? -dice el jefe acercándose a sacar su dosis matutina.

-Bien hasta que he visto esto. ¿A quién se le habrá ocurrido?

-He sido yo siguiendo instrucciones de la dirección. Es un simple incentivo para que mostremos todo nuestro talento.

Me pregunto si la dirección también se incluye en ese ínfimo porcentaje; aunque supongo que, al ser una media estadística, la superará con creces para compensar nuestra falta de aplicación. De hecho, yo tengo días que la sobrepaso, pero otros tantos, me cuesta llegar. Un poco molesto por la provocación, pregunto:

-Me imagino que en esto, como en otras cosas, aunque tengamos más, solo mostramos una parte pequeña, ¿no?

-Es lo que se pretende evitar. Es un acicate para motivarnos y que revelemos todo nuestro potencial. De hecho, no somos tan remilgados en otros ámbitos.

– ¿Te refieres a lo talentosos que somos exponiendo nuestra vida privada en las redes?

-Por ejemplo.

-He de decirte que, aunque nos hagamos selfies caminando por la calle, asomándonos a una ventana o inclinándonos sobre un precipicio, esto es estereotipo e impostación, solo mostramos dónde estamos no lo que nos pasa.

-No quería molestarte con mi comentario.

-Disculpado. No obstante, permíteme: en esta recepción, la imagen de las recepcionistas las hace parecer siamesas hasta en las sonrisas; la sala de espera es idéntica a la de otras empresas; y los posters que están allí colgados con los retos de la sostenibilidad, la utilización de energías renovables y la mejora de la experiencia de cliente son lugares comunes, puros selfies. Igual que nuestro Instagram o Facebook.

-No lo compares con el esfuerzo de la compañía al proponer retos motivadores.

-No cuestiono su bondad, pero si el esfuerzo dedicado a ellos.

– ¿Qué quieres decir con eso?

-Que el 90% es simple postureo y el 10 % el dedicado a incentivar nuestro talento.

– ¿A qué te refieres?

-Mira, piensa en sus políticas impredecibles, los estilos de liderazgo deficientes, la falta de recursos, la ausencia de delegación, las presiones para acabar las cosas en tiempos imposibles, las dificultades para flexibilizar horarios y la desconsideración personal.

-¡Qué exagerado que eres!

-Te puedo asegurar que, en lo último, no. Si no, pregunta por ahí.

-¿No estás tirando de crítica facilona ?

-Eso o es que estoy mostrando el otro 90% de mi cerebro. Aunque, ya que a la dirección le da por los posters motivadores, bien podía hacerse otro con el texto: “la biología da un cerebro (a todos)… la vida enseña a utilizarlo (no a todos)”. El reto estará en elegir el espacio más adecuado para colocarlo: ¿encima de la máquina del café o en la sala de juntas de la dirección? ¿Qué opinas?

-No sé, no sé -dice, alejándose con su café y el cartelito de marras bajo el brazo.

 

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