Por: Alejandro Martín. Socio Director de TDSystem
Le dimos total libertad y no supo qué hacer con ella.
-Qué decida el Jefe. P’aeso le pagan ¡Faltaría!
Quejarse es todo un clásico en él. Pero en esta ocasión lo que más me sorprende es el motivo.
– ¿Tú crees? Ahora tenemos que controlarnos los gastos -dice enfadado.
– ¿Y eso implica que nos pagarán menos? -pregunto.
– No, no. La cantidad es la misma. Cubre bien las dietas y desplazamientos.
– ¿Entonces?
– Es que, claro, si gastas más de lo asignado eso corre por tu cuenta.
– Pero eso también pasaba con el sistema anterior ¿no es así? En cambio, con este nuevo tú te controlas y lo que no gastas eso es para ti.
– Si, sí.
Llegado a este punto, sorbo intensamente mi café. No sé qué pensar: si le pides justificantes de todos sus gastos, protesta; si le asignas una cantidad y que él se los autorregule, también.
– Deberás reconocer que con el sistema antiguo era un latazo presentar todos los tickets y, además, si alguno de ellos se te había extraviado, no lo cobrabas.
– Sí, era así. Pero ahora la responsabilidad es nuestra. Yo estaba más tranquilo con el sistema antiguo: gastabas, pedías el ticket y lo pasabas a contabilidad. Reconozco que había alguna disputa con el contable porque, ya sabes, no te los admitía todos.
No me queda más café en mi vaso y creo que, después de lo oído, necesitaría un sorbo mayor que el anterior.
-Pero tú, exactamente ¿Qué deseas? -le pregunto.
-Hombre, yo, claro, me gustaría, pero……,
Creo que si en vez de café echo en el vaso algo más fuerte, hasta me vendría bien. El quejica me recuerda a ese niño al que le han prometido un regalo de cumpleaños y le piden que elija un único juguete entre todos los existentes. Querrá todos, pero advertido de que o es uno o ninguno, al final elegirá uno, pero no parará de quejarse.
-Mira, creo que el Jefe está dispuesto a mantener el viejo sistema de justificación para aquellos que lo deseen. Yo iría a contabilidad y lo solicitaría.
-Tú lo ves todo muy fácil.
-Y tanto. Es tan sencillo como ir y comunicarlo.
-No sé, no sé. Es que el Jefe siempre se quita las responsabilidades de encima.
El buen protestón se encuentra más cómodo dejando que decida otro, pero sin renunciar a quejarse de las decisiones de los demás.
-Es sencillo: sube, lo comunicas y punto.
-Ya, ya. Lo he de pensar.
¿Está acongojado por decidir?, ¿ha perdido la costumbre de hacerlo? ¿o simplemente no quiere asumir la responsabilidad que ello implica? ¡Quién lo sabe!. Pero si que sé que cuando elija, si se equivoca, echará la culpa a otro o bien dirá que no contaba con toda la información. ¿Acongoje o espíritu crítico? ¿Tú qué crees?