Por: Alejandro Martín. Socio Director de TDSystem
Hay dos tipos de personas: los que hablan para decir algo, y los que dicen algo por hablar. Ligne, J.C.
Las reuniones son el lugar idóneo para parecer más listo de lo que eres y me imagino que te toca asistir a bastantes.
Sospecho que parecer inteligente a los demás siempre es agradable, pero hay que procurar no perder la dignidad en dicho empeño. Te lo comento porque hay una serie de comportamientos que nos ayudan a ello, pero que, en exceso, acaban siendo irritantes.
Si me permites, destacaré quince de ellos y te propongo una pequeña prueba: Piensa en la persona que mejor desempeño tenga en ellos y tómala como referencia. Seguidamente, pregúntate en qué medida tú los tienes. Ahora, valora tus respuestas en una escala del 1 (muy poco) al 5 (mucho).
- ¿Asiente continuamente mientras el jefe habla y sonríe de manera un poco bobalicona?
- ¿Toma notas permanentemente, o simula tomarlas, cuando habla alguien con estatus?
- ¿Hace fotos con su móvil cuando el jefe proyecta en la pantalla un gráfico del que está orgulloso?
- ¿Dibuja, y muestra, un mapa mental o un gráfico modelo canvas con los conceptos principales que ha destacado el jefe?
- ¿Lleva su portátil y teclea permanentemente en él? ¿Pregunta con regularidad para que le repitan lo que se acaba de decir?
- ¿Utiliza muchos acrónimos y jerga muy especializada para denotar que domina el tema? Vamos, que es un especialista en la cuestión.
- ¿Repite lentamente lo último que ha dicho el jefe afirmando que es una gran idea?
- ¿Pides que retrocedan una slide (diapositiva queda anticuado) y pide alguna aclaración, aunque el tema no le interese demasiado?
- ¿Usa la primera persona del plural, aunque el tema no tengas nada que ver con él?
- ¿Interrumpe cuando a alguien está hablando para matizar lo que dice y luego deja que termine? Eso sí, procura que no sea el jefe.
- ¿Cuándo comentan algo de lo que no tiene ni idea dice “muy interesante, suena muy bien”?
- ¿Hace afirmaciones obvias de forma contundente y finaliza con una pausa? Algunos ejemplos harían referencia a la mejora de los beneficios, la calidad, etc.
- ¿Apela a la necesidad de establecer prioridades dado lo ocupado de su agenda?
- ¿Procura sentarse al lado las personas con mayor estatus (jefe, directivos, etc.)
- ¿Comenta que deberá irse diez minutos antes de acabar la reunión ya que tiene otra y le estarán esperando?
Si la valoración final obtenida está por debajo del 30 creo que la reunión la lleva (o la llevas) con cierta dignidad. Entre 31 y 50 la dignidad empieza a ser cuestionada. Del 51 al 65 dignidad poca, pero ya pareces bastante inteligente. Eso sí, si superas el 65, parecerás inteligentísimo, pero de la dignidad, ni hablamos.