Por: Alejandro Martín. Socio Director de TDSystem
Si no tienes criterio, o no lo aplicas ¿Qué te deferencia de un ordenador en la empresa?
Hoy pasa algo. Son las ocho de la mañana y estamos todos en la sala. No es habitual. Ya sabes, el tráfico, el niño con fiebre…
– ¿Celebramos algo? -pregunto.
– El jefe nos convocó ayer a última hora -me responde mi compañero.
– ¿Qué querrá decirnos?
-No lo sé -dice mientras vemos entrar al jefe en la sala.
-Gracias a todos por venir. Es importante lo que quiero comentaros -comienza su discurso.
¿Sin orden del día, agradecimientos y el “quiero comentaros” ?, me intranquiliza.
-Bien -comienza el jefe-, convendréis conmigo que aquí, trabajando, hay un porcentaje considerable que sólo vienen a trabajar para subsistir: eso tan cotidiano y cargante como el comer, pagar la hipoteca y demás cargas.
-¿? -se observa en la cara de los asistentes.
-De acuerdo -continúa-. Tal vez no sea tanto, pero en ocasiones su implicación se reduce a estar yuxtapuestos y, como mucho, salir juntos a desayunar. El resto, se limita al “hola y adiós”.
-No todos -se atreve alguno protestar.
-¡Vale! Son una minoría. Pero va en aumento y eso es una mala noticia.
-¿Y qué nos dice de todos los que se desempeñan con esfuerzo y profesionalidad?
-Sí, sí, lo sé -acepta-. Es evidente que existen bastantes de esos. Es de agradecer que den lo mejor de sí mismo. Son esos artesanos que ayudan a posicionarse a la empresa.
-Me alegra que reconozca que hay verdaderos profesionales -continua el preguntón.
-No lo voy a discutir. Pero debo decir que, siendo necesarios, no son clave. Son eficientes y perfeccionistas, lo acepto. Pero echo en falta a otro tipo de profesional.
-¿A qué tipo de profesional echa en falta? -le preguntan.
-A aquel que, colaborando con los demás e implicándose con los objetivos, no quede diluido en el grupo. Vamos, capaz de tener y mantener su propio criterio.
– ¿Podría concretarlo un poco más?
-Sí, de esos que no son víctimas de tendencias y modas efímeras. Ese es el profesional que necesita la empresa.
-Y, según usted, ¿cuál sería el punto clave sin el que no sería ese tipo de profesional?
– La utilización de su propio criterio es lo que lo define.
-¿En todo lo que hace?
-Sí. En todo -sentencia.
-¿Y, si no está de acuerdo con seguir las órdenes del jefe a “pie juntillas”, qué debe hacer en ese caso?
-Obedecer ¡Por supuesto! -replica airado.
¿Qué nos pide el jefe? ¿Qué tengamos criterio y lo apliquemos o que lo pongamos siempre a su servicio y cuando le convenga? Porque si la utilización del criterio personal es sólo para cuando le conviene a jefe ¿no pasaríamos de ser personas a ser un recurso, humano, por supuesto, pero recurso al fin y al cabo?