Por: Alejandro Martin – Socio Director de TDSystem
Si no levantas los ojos, creerás que eres el punto más alto. Antonio Porchia (1886-1968) Escritor argentino.
Con bastante frecuencia nos quejamos de nuestras largas jornadas de trabajo y de tener la sensación de que si no estamos nosotros en todo, las cosas no funcionan. ¡Ojo, que esto último engancha!
¿Padeces alguno de estos síntomas?, ¿Alguno de ellos ya son crónicos en ti? Si ya eres un veterano en ellos o bien estás comenzando a sentirlos, te proponemos una buena medicina que, si no te produce una cura radical, si te aliviará significativamente.
¿Y cuál es esta medicina?. De hecho es un viejo conocido del mercado. Tiene como principio activo la delegación en nuestros colaboradores.
A partir del principio activo de la delegación podemos encontrar en el mercado del management muchas marcas que cuentan con él. Pero que todas sirven para lo mismo.
¿Es fácil distinguir las marcas buenas de las no tan buenas?. Bien, en principio comentarte que es tal el número de producto de este tipo en el mercado que la principal dificultad es distinguir entre la medicina y el placebo. Estos últimos contentan más al que los utiliza que a las personas que sufren sus efectos.
¿Hay algunas pautas para distinguir a unas de otros? Sí y son sencillas.
En principio deberemos revisar si las veces que delegamos lo hacemos de alguna de las siguientes formas. A saber:
- “Juan, por favor, te delego este tema pero ha de estar para ayer”
- “Juan, por favor, te delego esta actividad, pero dime en cada momento como va el tema”
- Juan, por favor, te delego la consecución de este objetivo, pero no hay recursos para ello”
- Juan, por favor, te delego este asunto, pero cualquier decisión que se haya de tomar para ello, ya sabes, pásamela.
¿Te son familiares algunas de estas situaciones?. Bien, si es así, probablemente estés delante de un placebo para ti como delegador y de un “marrón” para tu colaborador.
Algunos podéis pensar que casi es mejor no meterse en estos jardines. Además:
- Acabo antes haciéndolo yo que mandando
- Me cuesta más enseñar a hacerlo que hacerlo yo mismo
- Seguro que no lo hacen todo lo bien que quiero que lo hagan
- Es que no tengo ninguno con la competencia suficiente para hacerlo
¿Cierto?. Probablemente también lo sea.
Pero, entonces, si no es fácil la delegación ¿qué beneficios reporta el delegar?. En principio para a ti te permitirá mejorar la gestión de tu agenda profesional, centrarte en los temas claves de tu trabajo y reducir el estrés que te ocasiona no llegar a todo. Par tus colaboradores el desarrollo de sus competencias, el incremento de su compromiso y la mejora de su motivación.