Por: José Ramón García Aranda – Gerente de Estrategia – Novotec
No se dirige a las personas. Se dirige con las personas. Ken Blanchard (EE.UU. 1.939). Conferenciante, consultor y escritor norteamericano.
Uno de los aspectos relativos a liderazgo que más me vienen a la mente en este convulso ciclo que estamos viviendo es la capacidad de gestión de los directivos en tiempos difíciles.
Las épocas de bonanza suelen “hacer bueno” a cualquier mando tenga o no competencias destacadas, no ya en la gestión como tal del negocio, sino dirigiendo personas.
En momentos como el actual se muestran, de manera transparente, muchas de las cualidades, buenas o malas, de las personas que dirigen personas. Me gustaría, en este sentido, y de manera muy concisa, radiografiar algunos de los (en algunos casos dramáticos) errores que se pueden cometer en la gestión de personas en tiempos turbulentos, y que no conducen, en la gran mayoría de los casos, ni mucho menos, a una mejor situación:
- Priorizar el corto plazo prestando atención únicamente -en esencia- a parámetros económico-financieros. Esto puede conducir a:
- Gestionar a las personas como si de un coste se tratara y no como un elemento impulsor de resultados, lo cual puede llevar a:
- Pensar que la gestión de personas es algo secundario en momentos difíciles, reduciendo al mínimo la atención a las mismas (formación, comunicación, reconocimiento, desarrollo profesional y proyección futura en la empresa, etc.)
A este ciclo de pensamientos encadenados se le podría denominar “el círculo vicioso de la no-gestión de personas”, algo que puede terminar de sentenciar muchos negocios basados en el capital humano (y cada vez me cuesta más encontrar negocios en los que no sea así).
Por ello es clave prestar mucha atención a lo que pensamos de verdad, para que no se hagan realidad más que los círculos virtuosos…