Por: Alejandro Martín. Socio Director de TDSystem
La primavera ha venido, nadie sabe cómo ha sido –Antonio Machado.
Hace más de un mes que comenzó la primavera y sus efectos se están notando en las blusas y las corbatas que revolotean por el despacho haciendo de él una especie de jardín botánico en ebullición.
– ¿Tan exageradas son? –me pregunta mi compañero de café
– Puedes imaginártelas, tan colorinescas y floripóndicas que el despacho parece una macedonia.
– Pero, la primavera ya pide eso ¿No?
– Sí, claro, si no me quejo del color, pero es que algunas combinaciones están en la frontera entre el disparate y el delito.
– ¿No llevarán todas las personas de tu despacho esas combinaciones?
– ¡No!, que va. Pero hay una que especialmente se supera cada día en esta especie de tutifruti indumentario.
– ¿Has pensado en hacerle algún comentario o sugerencia?
– No es tan fácil. Imagínate que un día viene y te dice: “Me la acabo de comprar en la tienda de moda”, y seguidamente te pregunta ¿Te gusta?”. Sé que si me gusta, la respuesta debería ser afirmativa y podría decirle simplemente “si”. Pero si no me gustara, debería soltarle un “no”.
– Y, entonces, ¿dónde está el problema?
– Más que problema, lo que veo es un dilema irresoluble.
– ¿Dilema?
– Sí, hay veces que la blusa o la corbata no me gusta en absoluto, pero no quiero iniciar un conflicto con un “no” a su portador. Objetivamente hay algunas combinaciones que no hay por donde cogerlas y, por tanto, la respuesta debería ser un “no” rotundo. Pero, claro, no quieres ofender y te ves obligado a responder con un “si”.
– Es complicadete este asunto. ¿Has pensado en alguna solución?
– A veces utilizo esa fórmula tan socorrida de “es peculiar, interesante”. Aunque aplicárselo a una prenda de vestir no es demasiado aparente y a veces suscita preguntas que me acaban metiendo en un atolladero.
– Yo te sugeriría otra fórmula. Dile que su blusa o corbata es “divertida”.
– ¿Divertida?.
– Sí, no falla nunca.
– ¿Quieres decir que así mantendré una buena relación en el despacho?
– Y tanto. Lo de “divertida” es mano de santo para las los compañeros y compañeras primaverales.
– ¡Ah! ¿Y lo del despacho-jardín botánico en ebullición?
– Eso ya no te lo puedo garantizar ya que pueden entender que tienen un gusto exquisito y probablemente persistan en sus preferencias florales.
– ¿Quieres decir que repetirán la prenda “tan divertida” todos los días?
– No, no es eso. Me imagino que les gustará cambiar con frecuencia. Lo que no te puedo garantizar es que la siguiente prenda sea muy diferente.
– Pues no veo la solución ¿La tiene?
– Buena, lo que se dice buena, creo que no demasiado.
– ¿Qué quieres decir?
– Simplemente que deberás elegir entre decir “no” cuando no te gusta la combinación divertida y tendrás un conflicto; decirle que “si” te gusta y tendrás el problema del tutifruti en el despacho. Y, si no te decides, seguirás teniendo el mismo dilema que al principio.