Por: Alejandro Martín – Socio-Director de TDSystem

No se puede ser y no ser algo al mismo tiempo y bajo el mismo aspecto. Aristóteles.

– Psss, psss, psss, ¿Quién es ese individuo gordo y vulgar? –dice el Sr. Burns dirigiéndose a Smithers-

– Es Homer Simpson –aclara Smithers a la vez que añade-. Es el inspector de seguridad del sector 7G. Creo que está infrautilizado.

–  Je, je, je. Es el tipo ideal para este proyecto –dice el Sr. Burns

Ante este hecho, el Sr. Burns, ávido de ganancias y de reconocimiento social,  dirigiéndose a Homer le dice:

–  He descubierto que es uno de los empleados más veteranos de la Compañía.

–  Oh, gracias. Muchas gracias por sus palabras -murmuró Homer.

–  Y uno de los más fieles -terció Smithers a la vez que pensaba “Je,je,je”. Como no va a ser de los más fieles si no lo quieren en ningún sitio”-.

– Como premio a su lealtad –añadió el Sr. Burns-, le quiero dar una gran oportunidad profesional. A partir de ahora se va a encargar de que el sector 7G sea el que más ganancias genere a la compañía

–  No le defraudaré –añadió Homer a la vez asentía con su cabeza-.

–  No tan rápido Homer -tercio el Sr. Burns-, has de conseguirlo a la vez que logras también ganar el premio al cumplimiento de todas las leyes de medio ambiente que el Estado exige.

–  Seguidamente el Sr. Burns sentenció: Si lo logras serás nombrado jefe de inspectores de seguridad de toda la Central, de lo contrario te despediré.

Conocedor de que su jefe tiene una especial debilidad por las ganancias, Homer  opta afanosamente por simplificar los procesos de seguridad y eliminar parte de las actividades destinadas a garantizar la seguridad del sector 7G. Piensa, “de este modo los costes bajarán y esta reducción incrementará las ganancias de la compañía”.

Después de un mes y con unos gastos claramente reducidos, Homer se presenta en el despacho del Sr. Burns que, al verlos le espeta directamente: ¡Pero insensible! ¿Es que no ha tenido en cuenta que ha de ganar el premio al cumplimiento de la normativa medioambiental del Estado?   ¿No le interesa el medio ambiente?. No, sí

Homer se siente desconcertado, aunque no desfallece. Está dispuesto a no defraudar a su jefe y quiere demostrar por qué fue nombrado para su cargo actual. A partir de ese momento va a poner un énfasis especial en aplicar todas las normas habidas y por haber en temas de medioambiente, pero no solamente eso, las va a hacer cumplir a rajatabla.

Pasado un segundo mes Homer vuelve al despacho del Sr. Burns a presentarle los resultados. Presume de todo lo que ha conseguido: una mención de honor por el departamento de medioambiente de Springfield y otra de la Comisión de medioambiente del Estado. Ambas de primer rango. Al verlas el Sr. Burns exclama ¡Pero insensato! ¿No se ha dado cuenta de que la aplicación de las normas puede llevar a la Central a la ruina!?

¿Logrará Homer su objetivo o morirá en el intento?