Por: Alejandro Martín. Socio Director de TDSystem
«Reunirse es el principio, mantenerse el progreso, crear equipo el éxito. H.J. Taylor»
Llámame Tardonius. Hace años, no importa cuántos, cuando no me tocaba dirigir reuniones sino simplemente asistir a ellas, pensé que dirigirlas era tarea fácil. Vamos, sentarse y hablar. Así estaba tratando Tardonius de ahuyentar su melancolía por el discurrir de su última reunión. Había sido un desastre.
-¡Hola, Tardonius! Cómo te ha ido en la reunión.Ahora sabía que el hablar sólo es un medio para lograr acuerdos. Estaba en estas cuando Priscila, una veterana del lugar, le dice:
-Bueno, bien, no puedo quejarme.
-¿Bueno, bien, no puedes quejarte? ¿Qué quieres decir con ello?
-Es que tengo la sensación de pérdida de tiempo.
-¡Anda! ¿Y cómo es eso?
-Uf, si yo te contara, pero creo que sería muy largo de contar
A Tardonius le resultaba incómodo confesar que había descubierto, tarde, pero lo ha hecho, que en las reuniones como películas hay distintos géneros. Y él se había equivocado de género.
-Vamos ¿Cuéntame! –Insiste Priscila- ¿Para qué estamos los compañeros?
-Bien, mira -acierta a decir-, la reunión se ha parecido a un “spaghetti western” de estética sucia y roles de clichés planos.
-¿Y cuál crees que ha sido la causa?
-Tal vez en que he querido evitar que se pareciera a un “safari” lleno de aventuras y sorpresas a cada momento. Vamos, que he impuesto mi autoridad.
-¿Y qué ha pasado?
-Creo que ha acabado como una película de “terror”. Ya sabes, yo acusando y amenazando todos a los asistentes.
Priscila, mientras observa cómo Tardonius frunce el ceño, acierta a preguntar:
-¿Y cómo has llegado a ese punto?
-Tal vez he querido evitar un exceso de acción como en esas películas en las que todo pasa muy rápido, pero con un guión inconexo.
-Hombre, así planteado…
-También he querido alejarme de las de ciencia ficción, “rollo avatar”, en las que los power point vuelan, pero nada aterriza en acuerdos.
Es consciente Tardonius de que las reuniones son necesarias para transmitir información e intercambiar experiencias. También para generar pertenencia.
-¿Qué piensas Tardonius? –Pregunta Priscila.
-Creo que he de replantearme mis reuniones
-Loable propósito -afirma Priscila.
-¡Ah! Pero también quiero evitar la típica reunión-comedia en la que no se sabe si el tema va en serio o bien se han juntado todos los despropósitos en ella.
¿Logrará Tardonius elegir el género adecuado para sus reuniones?