Por: Alejandro Martín. Socio Director de TDSystem
«El pensamiento corrompe el lenguaje y el lenguaje corrompe el pensamiento». Orwell, G.
“La intención de la neolengua no es solo proveer un medio de expresión a la cosmovisión y hábitos mentales propios de los devotos del Ingsoc, sino también imposibilitar otras formas de pensamiento”, decía Orwell.
Esta finalidad podemos observarla escondida en algunas ceremonias en la empresa destinadas a la reducción del campo de nuestro pensamiento y discrepancia.
La neolengua suprime aquellas palabras heréticas a los intereses del que la utiliza, reduce el vocabulario acotando el ámbito de pensamiento y transforma los significados para darnos un marco interpretativo restrictivo de lo comunicado.
Como todos tenemos un jefe con el que nos hemos de comunicar, te propongo una pequeña reflexión sobre en qué medida tu jefe utiliza la neolengua managerial.
Para ello, valora cada uno de los cinco bloques del 1 (poco) al 10 (mucho) en qué medida tu jefe hace lo siguiente:
- Disfraza hechos objetivos con expresiones que los camuflan
Utiliza expresiones tales como “eliminar duplicidades” en vez de recortar recursos, funciones o personas; “optimizar recursos” para exigirte que consigas más con menos; o bien, “desindexación de tu sueldo a la inflación” para decirte que este año no tendrás la correspondiente salarial.
- Blanquea hechos negativos
Para ocultar el hecho objetivo perjudicial o poco presentable utiliza expresiones tales como “desvinculación” en vez de despido; “flexibilidad horaria” en vez de aquí se sabe cuando se entra, pero no cuando se sale; o bien, “contrato mercantil” para evitar contratarte por cuenta ajena cuando esta debería ser tu condición.
- Califica tu comportamiento de reactivo
Te dice que pones “palos en la rueda” si discrepas con lo que dice o hace; te califica de “tóxico” cuando no le ríes el chiste malo que cuenta y que sus acólitos aplauden; o bien, “outsider” cuando propones alguna forma de hacer las cosas que no se atiene al canon obsoleto marcado por él.
- Relativiza lo que propones, dices u opinas
Utiliza expresiones del tipo “bueno, eso que dices es relativo” para todas aquellas de tus opiniones que no van en su línea o área de interés; “depende”, cuando quiere descontextualizar tus propuestas; o bien, “si, pero…” cuando quiere desautorizar de una manera taimada lo que tú dices.
- Te califica de inflexible si mantienes tus posiciones
Te dice que “estás anclado en el pasado” para desacreditar tu firme opinión sobre el mantenimiento de ciertos principios o normas de funcionamiento; “pasar de pantalla” para no volver a un tema anterior que ha quedado inconcluso y que no le favorece; o bien, “reactivo” para descalificar tu no adhesión a algunas de sus propuestas poco fundadas.
Si le has valorado con menos de 20 puntos, tu jefe es bastante novato en estas lides; entre 21 y 35 ya apunta maneras de neolenguísta; del 36 en adelante, lo suyo es de “gran maestre”.