Ese bendito ¿o maldito? consenso

Por: Francesc Monteverde – Consultor Sénior en desarrollo org. TDS

En nombre el consenso podemos adoptar “soluciones” que no perjudican a nadie, pero que no son las soluciones que necesitamos en ese momento.

Las discrepancias entre los miembros de un grupo pueden conducir a la creatividad o pueden dar lugar a resentimientos. Todo va a depender de la percepción que tengan los implicados en la situación y del planteamiento acordado para tratarlas y resolverlas.

Llegado a este punto, es importante observar que la búsqueda de soluciones por consenso a un conflicto, va a implicar que cada miembro del grupo dispone de un veto absoluto y puede ejercerlo si así lo cree oportuno por considerar que es un error o atentar contra sus intereses.

Es clave que todos los integrantes del equipo sean libres para ejercer su veto cuando lo consideren necesario, pero también es importante que sepan que deben utilizarlo con moderación. Utilizar nuestra capacidad de veto a la ligera o sobre la base de un interés pueril sería perjudicial para todos.

Un buen proceso de consenso deberá estar estructurado de tal modo que ayude a los miembros del grupo a abordar sus diferencias de forma constructiva.

¿Es fácil poner en marcha este proceso?

La respuesta es la tan socorrida “depende”. Depende ¿de qué? De que apliquemos las siguientes pautas a la hora de abordar las situaciones conflictivas:

  • Evitar discutir “nuestra solución” a la situación. Es conveniente que presentes tus opiniones de manera clara y lógica, pero presta atención a las reacciones de los otros miembros del grupo y tenlas en cuenta.
  • No asumir que debe haber ganadores y perdedores en el proceso. Es probable que la solución surja de la integración de diferentes ideas. Si se llega a un punto muerto, echa mano de la creatividad y busca en grupo nuevas ideas.
  • No cambies de opinión sólo para evitar conflictos y llegar a un acuerdo. Cede sólo ante propuestas fundamentadas objetivamente. Sospecha de los casos en que llegáis a un acuerdo fácil y rápido. Pregúntate por los motivos y constata que todos aceptan la decisión por las mismas o similares razones.
  • No utilices técnicas que reduzcan o eviten abordar el conflicto. La mayoría de voto y el lanzamiento de una moneda entre otras. Si alguien cede en una situación a cambio de que tú has de ceder en otra, sospecha. Probablemente no sea lo más adecuado
  • Las discrepancias pueden ser útiles en el proceso de toma de decisiones del grupo ya que, al disponer de una mayor variedad de información, existe la oportunidad de extraer una mejor decisión.
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