Por: Alejandro Martín – Socio-Director de TDSystem
“La arrogancia no es grandeza sino hinchazón” San Agustín
Si no lees esto, tranquilo. Sé que no tienes tiempo. Tomate tu café matinal antes de que aparezca el jefe. En cuanto llegue, se acaba tu tranquilidad.
-¡Qué! ¿No comienza ya el día?
-Estamos en ello. Es sólo un café para despejarnos.
En esos momentos añorarás tus viajes continuados y los hoteles incómodos. Al menos te ahorrarías el pavoneo matutino del jefe. No tiene mala intención. Sólo quiere que sepas que él es el jefe.
– ¿En qué estáis ahora? ¿Necesitáis ayuda para acabarlo?
No te ofrece ayuda, presume de gran capacidad. Quiere evitar que pienses en su nombramiento. Ya sabes, sus buenos contactos y su docilidad con la Dirección. Simple, pero hay que valer para ello.
– ¿Ya habéis cerrado el proyecto?
-Sí, ayer por la mañana. Por la tarde comenzamos a planificar el nuevo.
-¿Cómo? ¡Yo todavía no he ordenado que se empiece!.
No lo puede evitar, lo de ordenado le sale de dentro. Algunos dicen que le gusta ser el perejil de todas las salsas, aunque a muchas salsas no les siente bien su perejil.
-No es por nada, pero no estáis capacitados para iniciar solos el proyecto.
-Sí, claro. Es que era muy urgente. Y, ya sabes, no tuvimos otra opción.
-¿Seguro?
-Sí, ese fue el único motivo.
Lo suyo no es de una personalidad trastocada, todavía no, aunque sí el primer paso de la embriaguez de poder. Cree que sin él nada funciona. Molesto, sí. Pero soportable mientras no dé más pasos.
-Recordad, tengo que estar yo cuando se inicia cada proyecto
-Por supuesto. Así lo haremos cuando llegue el siguiente.
Ahora el pavoneo se le está quedando corto.Efectos de la resaca, supongo.
-Venga, venga. Poneos en marcha. Si no sabéis algo, preguntadme. No quiero que salga mal por no preguntar.
Todos sabemos que le habría gustado decir por ignorancia. Vamos, que ya ha dado el segundo paso: creer saberlo todo de todo.
-No quiero que la volváis a cagar por desconocimiento. Menos aún, porque alguno ponga palos en la rueda.
Definitivo. Lo suyo, además de empeorar su vocabulario, va in crescendo.
– ¿Sabéis, este año hemos instaurado el premio al mejor jefe en la organización? Estoy pensando presentarme. Creo que soy el que mayores opciones tiene de ganarlo. Si no lo gano es porque alguien me tiene envidia.
Esto ya es el tercer paso en su borrachera total. Ahora, además de creer saberlo todo y los demás nada y de pensar que si algo no sale bien es por culpa de los demás, exige que le aplaudamos con las orejas encualquier pavonería a la que se le ocurra presentarse.
¿Tendrá esto cura? Algunos sugieren que, como con los alcohólicos, quitándoles el poder que les embriaga no son nadie. Lo que no dejan tan claro es si también han de asistir a las sesiones de pavoalcohólicos anónimos.