Por: Alejandro Martín – Socio-Director de TDSystem

El futuro se construye con decisiones, el devenir se gestiona con acciones. Proverbio chino.

-Deja de quejarte Homer -le dice Moe-. Ya sé que la taberna no es como antes, pero es que no entraban los clientes y tenía que tomar una decisión.

-¿Cómo? -exclama Homer atónito- ¿Pero ya no volveremos a tener nuestra vieja y acogedora taberna nunca más?

-No Homer -contesta Moe-, ahora, si sabemos construirla, tendremos en Moe’s Express algo diferente, más moderno y dinámico.

-¡Pero…, yo estaba muy bien en la antigua! -chilló Homer-. Sabía dónde estaba todo y tú sabías cómo servirme la cerveza del modo que tanto me gusta.

-¡Mira Homer! -apunta Moe irritado-, tienes dos opciones: ayudarme a construir la nueva taberna y disfrutar de ella o llorar por la vieja y no disfrutar de ninguna.

Esto sucede mientras Moe se afana en construir un espacio en el que de momento convive lo desconocido del futuro, que puede funcionar y está por llegar, y lo conocido del pasado que no funciona y que sí que llega. De momento el presente es un letrero nuevo con unos borrachines viejos.

Moe’s Express sintetiza una aspiración de Moe que tiene tantas posibilidades de éxito como amenazas de fracaso y que solo podrá minimizarlas si evita acomodarse a la lógica de lo conocido.

-Mira Homer –se atreve a decir Moe-, estoy intentando construir un futuro que vaya más allá de los aquí presentes. Menuda tropa -piensa Moe-.

-¿Por qué dices eso Moe?, -pregunta Homer, y añade- esto, con una manita de pintura y poquito más ya está listo. Barney y yo nos prestamos a pintarlo.

Moe le oye, pero no le escucha. Sabe que si liga su futuro a ambos, éste será pequeño y no le permitirá superar las charlas inconexas, alcholicas y vacilantes de sus parroquianos habituales. Los cambios superficiales que le proponen son la base donde la ruina y futuro se confundirán en el mismo espacio en el que Homer y sus amigos serán las disrupciones cotidianas que le tocará gestionar. En su taberna se seguirán escuchando sus relatos bobalicones y reactivos.

Moe es consciente de que tiene que establecer un rumbo que conecte,  y que  a la vez se separe del pasado (Homer y  sus amigotes), con un presente  lleno de ambigüedades,  en el que deberá tomar las decisiones que le ayuden a crear un espacio de futuro, como síntesis de sus aspiraciones.

Es consciente de que la amplitud del horizonte que se plantee para su taberna estará relacionada con el grado de ansiedad con la que viva esta situación. A mayor ansiedad,  horizonte más pequeño e impotencia más grande.

¿Logrará Moe integrar en su proyecto la inestabilidad y lo desconocido en un espacio donde  la clave no sea las acciones, sino las decisiones que han de guiarlas?.