Por: Alejandro Martín. Socio Director de TDSystem
“Nos encantan las novedades, pero aborrecemos los cambios”. Cruz, M.
¿Te he contado alguna vez que mi jefe cuando se pone solemne, se pone y mucho? Ya sabes, buenos deseos y apelación bonachona a la nueva normalidad. El coctel ñoño propio de estas fechas.
-Iniciamos una nueva época -que no año, como acostumbraba a decir- en la que tendremos grandes novedades -dice en tono grave.
-Nos puedes avanzar alguna -pregunta el más impaciente.
-Bien. Veamos: Producción, a partir de ahora pasará a denominarse Operaciones, Aprovisionamiento se llamará Logística, y RRHH. será Personas y Valores. Muchas novedades, como digo.
Movimiento, pienso, sí que hay, aunque no sea más que de rótulos. No obstante, y en un acto impropio del “chill” exigible a principio de año, me atrevo a observar:
-Disculpa, pero tengo cierta dificultad en ver las novedades. Porque yo, llámame obtuso si lo prefieres, veo más una reedición maquillada de lo anterior que una novedad en sí misma.
-No es solo eso: la persona que se encargaba de Producción, pasará a Logística; la de Logística, se hará cargo de Finanzas; y la de Finanzas dirigirá Personas y Valores. Toda una revolución -concluye.
Aquí creo que ha exagerado al calificar de novedad a un mero trasvase de personas entre departamentos. Pero no solo eso, en el supuesto de que lo sean, no sé sabe si esto es positivo o negativo. Porque yo no percibo una relación directa entre novedad y bondad. De hecho, a la persona responsable de Finanzas, ahora en Personas y Valores, no la veo desarrollando uno de esos “Modelos de felicidad en el trabajo” que tanto se han puesto de moda. Excepto, claro está, que lo crematístico sea clave en la felicidad y haga bueno aquello de “el dinero no da la felicidad, pero produce una sensación muy parecida”. Como sigo teniendo dudas, pregunto.
-Y esas novedades, ¿se consolidarán en el tiempo?
-De momento, damos un horizonte de seis meses a ver qué pasa. Luego, ya veremos.
Aquí, permíteme, novedades en el horizonte real y próximo sí que hay, y muchas. Pero, y no quiero malinterpretar a mi jefe, creo que atribuye novedad a un simple maquillaje y bondad a lo nuevo por el hecho de acabar de llegar. Para salir de dudas, sugiero:
-Pero, la novedad, ¿no debería alejarse del simple recambio?; y la bondad, ¿no provendría más de la aplicación de planes innovadores y robustos y que del simple cambio de personas?
-Como decía, la propuesta de la Dirección es una total apuesta de futuro. Os invitamos a que os suméis -concluye dando por cerrado el tema.
Mucho me temo que estamos ante una propuesta que va en la dirección de abordar la nueva situación con criterios viejos y confundir a los recién llegados con las novedades. ¡Ah! Eso sí, todo ello muy supercool. Sobre todo, por sus flamantes nuevas denominaciones.