Por: Alejandro Martín. Socio Director de TDSystem
«Las vacaciones son como el amor: las anticipamos con placer, las experimentamos con incomodidad y las recordamos con nostalgia». Evan Esar.
Así, de entrada, es resultoncillo. ¿Cargante?, un poco tal vez.
-¿Qué? ¿Adónde vas de vacaciones este año? -me pregunta.
-Yo, como siempre. Ya sabes: el apartamento, las cervecitas con los amigos y unas siestas de campeonato. No me veo haciendo otra cosa.
Es la típica conversación de estas fechas. No es que pretenda a estas alturas de mes tener una conversación de más calado.
-Yo me voy a ir todo el mes de vacaciones solidarias.
-¡Ah! Y eso ¿qué es? -pregunto.
-Bueno, consiste en ir de cooperante a algún país tercermundistas con una ONG.
-Parece interesante -le digo mientras bebo mi café.
Me lo imagino armado con su iPhone último modelo, su vestimenta de marca notable y estilo “aventurero ocasional” y un sinfín de seguros que garanticen su bienestar durante todo el viaje.
-Esta vez voy a la India -me dice.
Yo de la India, más allá de lo grande que es, no sé demasiado y, por ello, le pregunto:
– ¿Y qué es exactamente lo que vas a hacer allí?, ¿a quién vas a ayudar?
-De todo esto se encarga la ONG. Yo pongo mi solidaridad.
-Me das un poquito de envidia. No sé si yo valdría para eso…
-Yo es que soy un “poquito así”. Siempre defendiendo los derechos de loso más débiles -me dice con sonrisa condescendiente.
La sonrisa bobalicona y lo de soy “un poquito así” me ha fastidiado y por ello le digo:
-Me parece bien, pero tú que vas ¿de vacaciones, de exótico o de solidario? Vaya por delante que no quiero malmeter.
Qué está más comprometido que yo con las causas solidarias a la vista está. Pero que me venga con esas ínfulas de superioridad moral reconozco que me incomoda.
-Hombre, aquí creo que estás siendo insensible con el trabajo que hacemos -me dice.
-Si, tal vez, disculpa. Pero, ¿no hay personas aquí, en nuestro entorno, que lo están pasando mal y que precisan también de ayuda?
-Y tanto, pero lo de aquí ya lo abordan jubilados y amas de casa que se aburren, vamos un low profile solidario. El tercer mundo exige high profiles dispuestos a hacer visibles las injusticias sociales ante el resto del mundo.
-Ya, ya. Lo entiendo -le digo.
– Iré colgando en instagram fotos de nuestras acciones solidarias.
No sé, me siento un poco mal: él, allí, luchando contra todas las injusticias e incrementando su caché moral, mientras yo, aquí, si algo incremento es aquello que se deriva de un exceso de tapitas y cervecitas.
Bueno, y tú ¿qué haces este verano? Elijas lo que elijas, te deseo unas buenas vacaciones.