Por: Alejandro Martín. Socio Director de TDSystem
“Solo los mediocres están en su mejor momento “. Giradoux, J.
—Me llamo Segundo y soy un mediocre —le dice al grupo reunido en la sala que la empresa ha habilitado para socializarse.
—Hola, Segundo —responden a coro los asistentes a modo de bienvenida.
—Creía que podía hacerlo yo solo, pero me ha sido imposible —continuó.
—Habla más alto —suelta uno de los asistentes—. No te oímos.
El desarrollo de la exposición de Segundo continúa por los derroteros habituales en estas reuniones y acaba con aquello del “te queremos Segundo”.
Yo, personalmente, creo que Segundo se castiga en demasía, tal vez hasta exagere en lo de su mediocridad. Pero, si quisiéramos ayudar a Segundo a comprobar si es realmente un mediocre o simplemente está teniendo un “bajón”, ¿qué preguntas le haríamos?
¿Te animas a transmitirle algunas preguntas conmigo? Que ¿cuáles? Te propongo que le hagamos las siguientes, pero también digámosle que se valore en una escala del 1 (muy poco) al 10 (mucho).
Vayamos con las preguntas:
1- “Ves” el mundo como algo negativo y autodestructivo y te has propuesto, consciente o inconscientemente, que los demás también lo vean así.
2- Tomás tus decisiones con el propósito de contemporizar con los demás por miedo a que no te acepten.
3- Te falta en la vida un “norte” claro al que dirigirte y te dispersas en los asuntos relevantes.
4- Culpas a los demás, o al sistema, de tus “fracasos” sin hacerte responsable de los resultados de tus actos.
5- “Ves” solo lo negativo de situaciones y personas y obvias lo positivo de lo que te rodea.
6- Te quejas por todo y crees que todo lo malo te pasa a ti como si estuvieras “tocado” por la mala suerte.
7- Evitas involucrarte demasiado en lo que haces y, por tanto, haces lo justo para “salir del paso” e irte prontito a tu casa.
8- Crees que el mundo está en deuda contigo y que los demás tienen la obligación de resolver “tus problemas”.
9- Sientes que la vida es injusta contigo y no te proporciona oportunidades como a esas personas que, con bastante menos talento y méritos que tú, han sido premiadas sin merecerlo.
10- Tienes envidia cuando alguien cuenta los éxitos de sus proyecto o ideas y sientes el deseo de que esas ideas o proyectos fracasen.
Si la valoración final obtenida está por debajo del 30 creo que le podemos eximir de asistir a estas reuniones. Entre el 31 y al 50 le invitaremos de vez en cuando a que nos visite. Del 51 al 70 le recomendaremos encarecidamente que asista a todas y, si supera el 70, le nombraremos socio honorario de las reuniones a la vez que le damos la calificación de “sobresaliente” como personaje mediocre. ¡Faltaría! No podíamos dejar de reconocerle sus méritos en algo que realmente destaca.
