Por: Alejandro Martín. Socio Director de TDSystem
“Los tópicos y clichés son los recursos del necio”. Ricardo León
– ¿Qué tal? ¿Ya todo en marcha?
-Sí. Podríamos decir que, excepto el exceso de peso, las fiestas pasadas ya están olvidadas.
Como puedes suponer, esta es la típica conversación que se produce a primera hora junto a la máquina del café los días siguientes a la vuelta de un generoso periodo festivo.
– ¿Algún propósito nuevo para este año?
-Bueno. Ya sabes: dejar de fumar, adelgazar, hacer deporte, apuntarse a un curso y ahorrar.
Aunque parece un poco tonto este ritual, dicen que va muy bien para adaptarse de nuevo a la rutina habitual. No obstante, la persona que ahora me lo pregunta lleva haciéndolo desde hace dos semanas. Pero, supongo, una semanita más y se le pasará. Quién sabe.
Para no alargar más la tontería me voy con mi café hacia la sala de trabajo y, ¡oh!, sorpresa, allí está el jefe, tocándose el reloj con el dedo índice, urgiéndonos a que terminemos de llegar.
– ¡Vamos, vamos! Que hay que ponerse en marcha para mejorar la rentabilidad este año.
– ¿Ha sido mala la del año pasado ejercicio? -pregunta el que todavía está un poco dormido.
No sabe que el jefe tiene esa necesidad irrefrenable de minimizar lo conseguido en el pasado, aunque sea digno de elogio.
-Ha sido buena. Pero no tenemos que dormirnos, que la competencia aprieta. Además, hemos de captar más clientes y mejorar la fidelización de los actuales.
Otras palabras talismán del jefe: los clientes y nuestra relación con ellos. Lo de captar a los primeros está claro. Pero, lo de fidelizar a los segundos es una nebulosa de la que hablamos, pero nunca concretamos nada.
-Además -continua-, tenemos que implantar el nuevo programa de gestión. El actual, era bueno en su día, pero ahora se ha quedado obsoleto.
Esto suena del año pasado y del otro y del anterior. Pero, bueno, si este año se cumple, sea bienvenido si es para mejorar.
-Porque, ya sabéis, hemos de hacer crecer el negocio. Sin incremento, siempre hay retroceso. Y eso no lo deseamos ¿verdad?
Ninguna idea brillante, ningún plan. Pero, eso sí, un buen pack de tópicos. Aunque creo que se ha olvidado alguno. No obstante, no desespero. Seguro que no tardará en aparecer. Y, ahí va:
-Todo ello tiene que mejorar el compromiso con los objetivos y, en consecuencia, -dice poniendo cara de pesar-, la motivación y el bienestar de los empleados.
¡Ahí sí que se ha coronado! El kit completo de tópicos para un jefe sin recursos.
Seguidamente, coge su carpeta y sale de la sala, orgulloso cual persona que ha dicho algo de enjundia.
¡Por cierto!, ¿ya has tenido esta arenga de tu jefe? Seguro que sí. Pero, ¿qué tal lo ha hecho: se ha puesto solemne y ha soltado tópico tras tópico? Si ha sido así, ¿qué crees que le pasa: le falta elaboración o imaginación?, ¿o ambas cosas?