!Imagínate lo que podrías vender si tomaras la iniciativa!
El cliente está ahí, te ha concedido una entrevista, ha entrado en tu establecimiento o te ha llamado. Si te compra sin tu hacer ningún esfuerzo, tú no has vendido. Él te ha comprado.
¡No te estés quieto!, empieza a vender, pero no lo que tú quieres vender, sino lo que el cliente necesita para sentirse satisfecho. ¡Qué eres caro! Qué esperabas que el cliente te dijera que eres el más barato del mercado.